Aquéllos eran años en que la sangre y la violencia en las calles de Barcelona empezaban a ser el pan de cada día. Días de octavillas y bombas que dejaban pedazos de cuerpos temblando y humeando en las calles del Raval, de bandas de figuras negras que recorrían la noche derramando sangre, de procesiones y desfiles de santos y generales que olían a muerte y a engaño, de discursos incendiarios donde todos mentían y donde todos tenían la razón. La rabia y el odio que años más tarde llevaría a unos y a otros a asesinarse en nombre de consignas grandiosas y trapos de colores se empezaba ya a saborear en el aire envenenado. La bruma perpetua de las fábricas reptaba sobre la ciudad y enmascaraba sus avenidas empedradas y surcadas por tranvías y carruajes. La noche pertenecía a la luz de gas, a las sombras de callejones quebradas por el destello de disparos y el trazo azul de la pólvora quemada. Eran años en que se crecía aprisa, y para cuando la infancia se les caía de las manos, muchos niños ya tenían mirada de viejo.
El juego del ángel. Pag 61
3 comentaris:
Mi abuelo, fue obrero de La Canadiense ( la fábrica de la luz del Para-lel). Recuerdo me contaba, que llevaba dos carnets en los bolsillos por si lo paraban los pistoleros a sueldo de uno u otro bando. En el izquierdo el de la U.G.T y en el del pantalón, el de la C.N.T/F.A.I.
Quan avui ens queixem hauriem de rellegir textos com aquest per veure lo molt que hem millorat en la nostra societat catalana i espanyola.
Quan avui mirem els joves i rellegim lo dels infants que aviat es feien vells, pensem: entre poc i massa! Avui hi ha joves universitaris que sembla que no maduraran mai i que potser els sobreprotagirem sempre!
Molt llest el teu avui Miquel.
Quin solet, suposo que sí, que més que molt hem millorat moltíssim ,
però malhauradament en molts llocs dels món també m'imagino que hi ha nens encara amb mirada de vell.
I l'autor escriu com els àngels.
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