dissabte, 25 d’abril del 2009

La felicitat



" A pesar de sus treinta años, Berta Young tenía momentos como éste de ahora, en los que hubiera deseado correr en vez de andar; deslizarse por los suelos relucientes de su casa, marcando pasos de danza; rodar un aro; tirar alguna cosa al aire para volverla a coger, o quedarse quieta y reír... simplemente por nada.
¿Qué puede hacer uno si, aún contando treinta años, al volver la esquina de su calle le domina de repente una sensación de felicidad..., de felicidad plena..., como si de repente se hubiese tragado un trozo brillante del sol crepuscular y éste le abrasara el pecho, lanzando una lluvia de chispas por todo su cuerpo?
¿Es que no puede haber una forma de manifestarlo sin parecer “beodo o trastornado”? La civilización es una estupidez. ¿Para qué se nos ha dado un cuerpo, si hemos de mantenerlo encerrado en un estuche como si fuera algún valioso Stradivarius? "
Katherine Mansfield
Felicidad (fragmento)

dimecres, 22 d’abril del 2009

Rita Levi-Montalcini, un segle acumulant saviesa




"Cuando ya no pueda pensar, quiero que me ayuden a morir con dignidad"

El 22 de abril cumple 100 años Rita Levi-Montalcini. La científica italiana, premio Nobel de Medicina, soltera y feminista perpetua -"yo soy mi propio marido", dijo siempre- y senadora vitalicia produce todavía más fascinación cuando se la conoce de cerca. Apenas oye y ve con dificultad, pero no para: investiga, da conferencias, ayuda a los menos favorecidos, y conversa y recuerda con lucidez asombrosa.


Una entrevista molt interessant a El País:
http://www.elpais.com/articulo/sociedad/pueda/pensar/quiero/ayuden/morir/dignidad/elpepusoc/20090418elpepusoc_2/Tes


Pregunta. ¿Cómo es la vida a los cien años?

Respuesta. Estupenda. Sólo oigo con audífono y veo poco, pero el cerebro sigue funcionando. Mejor que nunca. Acumulas experiencias y aprendes a descartar lo que no sirve.

P. ¿Se arrepiente de no haber tenido hijos?

R. No. Era adolescente cuando decidí que nunca me casaría. Nunca habría obedecido a un hombre como mi madre obedecía a mi padre.

P. ¿Recuerda el momento en que decidió estudiar? ¿Qué dijo su padre?

R. Era el periodo victoriano. Mi padre era una persona de gran valor intelectual y moral, pero un victoriano. Desde niña estaba contra eso, porque veía a mi padre dominar todo, y decidí que no quería estar en un segundo plano como mi madre, a la que adoraba. Ella no mandaba. Dije a mi padre que no quería ser ni madre ni esposa, que quería ser científica y dedicarme a los otros, utilizar las poquísimas capacidades que tenía para ayudar a los que necesitaban. Que quería ser médica y ayudar a los que sufrían. Él me dijo: "No lo apruebo pero no puedo impedírtelo".

P. ¿Qué momentos de su vida han sido más emocionantes?

R. El descubrimiento que hice, que hoy es más importante que entonces. Cuando cada experimento confirmaba mi hipótesis, que iba completamente contra los dogmas de ese tiempo, viví momentos emocionantes. Quizás el más emocionante. Por el resto, el reconocimiento de Estocolmo me dio mucho placer, claro, pero fue menos emocionante.

P. Su tesis demostró que, de los dos hemisferios del cerebro, uno está menos desarrollado que el otro.

R. Sí, el cerebro límbico, el hemisferio derecho, no ha tenido un desarrollo somático ni funcional. Y, desgraciadamente, todavía hoy predomina sobre el otro. Todo lo que pasa en las grandes tragedias se debe al hecho de que este cerebro arcaico domina al de la verdadera razón. Por eso debemos estar alerta. Hoy puede ser el fin de la humanidad. En todas las grandes tragedias se camufla la inteligencia y el razonamiento con ese instinto de bajo nivel. Los regímenes totalitarios de Mussolini, Hitler y Stalin convencieron a las poblaciones con ese raciocinio, que es puro instinto y surge en el origen de la vida de los vertebrados, pero que no tiene que ver con el razonamiento. El peligro es que aquello que salvó al australopithecus cuando bajó del árbol siga predominando.

P. En cien años usted ha conocido esos totalitarismos. ¿Cómo se puede evitar que vuelvan?

R. Hay que comenzar en la infancia, con la educación. El comportamiento humano no es genético sino epigenético, el niño de dos o tres años asume el ambiente en el que vive, y también el odio por el diferente y todas esas cosas atroces que han pasado y que pasan todavía.

P. ¿Qué aprendió de sus padres? ¿Qué valores le transmitieron?

R. Lo más importante era comportarse de una manera razonable, saber lo que vale de verdad. Tener un comportamiento riguroso y bueno, pero sin la idea del premio o el castigo. No existía la idea del cielo y el infierno. Éramos religiosos, pero la actitud ante la vida no tenía que ver con la religión. Existía el sentido del deber, pero sin compensación post mortem. Debíamos comportarnos bien, eso era una obligación. Entonces no se hablaba de genética, pero era ese espíritu. Sin premio ni miedo

P. ¿Ha cambiado mucho su pensamiento a lo largo de la vida?

R. Poco, poco. Siempre pensé que la mujer estaba destruida porque el hombre imponía su poder por la fuerza física y no por la mental. Y con la fuerza física puedes ser maletero, pero no un genio. Lo pienso todavía.

P. ¿Le importó alguna vez la gloria?

R. Para mí, la medicina era la forma de ayudar a los que no tenían la suerte de vivir en una familia de alto nivel cultural como la mía. Esa línea recta no ha cambiado. La actividad científica y la social son la misma cosa. La ayuda a las mujeres africanas y la medicina son lo mismo.

P. ¿El cerebro sigue siendo un misterio?

R. No. Ahora es mucho menos misterioso. El desarrollo de la ciencia es formidable, sabemos cómo funciona desde el lado científico y tecnológico. Su estudio ya no es un privilegio de los expertos en anatomía, fisiología o comportamiento. Los anatomistas no han hecho gran cosa, quitando algunos. Ahora ya no hay barreras. Físicos, matemáticos, informáticos, bioquímicos y biomoleculares, todos aportan cosas nuevas. Y eso abre posibilidades a nuevos descubrimientos cada día. Yo misma, a los 100 años, sigo haciendo descubrimientos que creo importantes sobre el funcionamiento del factor que descubrí hace más de 50 años.

P. ¿Hará fiesta de cumpleaños?

R. No, me gustaría ser olvidada, ésa es mi esperanza. No hay culpa ni mérito en cumplir 100 años. Puedo decir que la vista y el oído han caído, pero el cerebro no. Tengo una capacidad mental quizá superior a la de los 20 años. No ha decaído la capacidad de pensar ni de vivir...

P. Díganos el secreto.

R. La única forma es seguir pensando, desinteresarse de uno mismo y ser indiferente a la muerte, porque la muerte no nos golpea a nosotros sino a nuestro cuerpo, y los mensajes que uno deja persisten. Cuando muera, solo morirá mi pequeñísimo cuerpo.

P. ¿Está preparada?

R. No hace falta. Morir es lógico.

diumenge, 19 d’abril del 2009

dissabte, 18 d’abril del 2009

divendres, 17 d’abril del 2009

Felicitats a la parrandera que ja en fa 90



Una vida de canciones y parranda
Chavela Vargas, la más grande en edad y talento de la canción mexicana, cumple este viernes 90 años. Sensual y desgarrada, su voz ha cantado al amor y a los celos, a la vida y a la muerte; exprimiendo su corazón, cautivando a un público incrédulo ante el sentimiento que arranca esta mujer sin dobleces

Trovadora desgarrada del amor y testigo de la vida, Chavela Vargas no derrama lágrimas nuevas sobre dolores viejos. Las penas antiguas son para ella pasto de nuevas y serenas sonrisas, incluso carcajadas. Ha llegado a domesticar el olvido y consigue recordar todo sin que nada le haga daño. Y vaya si recuerda. Recuerda tanto y con tanta lucidez que en sus memorias, recién redactadas con la periodista María Cortina, hace sonadas revelaciones, algunas tan comprometidas como sus amores lésbicos sublimes y borrascosos.


Al llegar a los 90 años, Chavela siente que ha cumplido con su destino: sacar de las cantinas la canción mexicana para llevarla a las universidades y a los más encopetados escenarios. Acudirá al homenaje con su poncho rojo y sus fieles pantalones –uno recuerda que fue la primera mujer que se atrevió a ponérselos en una tierra de machos como México-, con sus muchos años vividos rabiosamente, con su leyenda negra, con su historia, auténtica, canalla, sublime, fieramente humana.

En estas mismas páginas de 'La Vanguardia' nos contó hace un tiempo que su personalidad le exigía probarse en la adversidad, en el sufrimiento, en la ruina, en el olvido –casi buscado– de 15 años en los que anduvo rebotada, cogida en la tela de araña del alcohol.

Salió de los infiernos y lo hizo cantado. Hay que ser muy fuerte para escapar del arroyo y echar a andar de nuevo sin arrepentimientos, sin rencores, sin dolor por las viejas heridas. La leyenda de la música popular mexicana dice que en el fondo es una yegua sin potrero. La intérprete de "Macorina", la que resistió 40 años de parranda continua, la que vivió un retiro que creía definitivo y que en los noventa renació de las cenizas, aún atesora esperanzas: "Si volviera a nacer, volvería a ser: ¡la borracha más grande de México! Y no me apena, así fue, así tenía que ser. "La Llorona" la he cantado mil veces, mil veces diferente. Es glorioso

OJALA QUE TE VAYA BONITO


AMANECI EN TUS BRAZOS amb l'Ana Belen

dimecres, 15 d’abril del 2009

Punyeteres, punyeteres...

Dos relats de dues blogistes moooolt dolentes



"Los guantes verdes"
de la Mery

"Cuando pase a recogerte esta noche, sorpréndeme con algo". No dijo nada mas y colgó, de sobra sabían el resto. Ella buscó entre los cajones mientras en su cabeza el eco de una palabra tintineaba : sorpréndeme. "Lo haré, mi amor, siempre lo hago." En el baño se compuso por completo, perfecto el maquillaje, las medias negras, el pelo alborotado como a él le gustaba, las uñas pintadas en su color preferido. Y en el bolso, la sorpresa a buen recaudo. Cuando daban las once en el reloj ella decidió hacerle esperar aún diez minutos, uno por cada dedo que metía en sus guantes verdes de tercipelo; luego bajó las escaleras ensayando palabras para una noche. Un beso de refilón al entrar en el coche, pocas concesiones en los primeros momentos...
Esta vez no la llevó a su casa, ni a un hotel de lujo, tampoco cenaron; su deseo estaba encendido por unos guantes verdes en reposo sobre los muslos de ella, que apenas hablaba. Paró el motor bajo el cobijo de un árbol y la besó, inflamado su pensamiento y su pantalón vaquero, y ella se fué despojando de la ropa al ritmo de los Carpenter.
"Espera, preciosa, déjate los guantes puestos"
Los cristales se empañaron en las horas frías de enero pero manos y bocas y otros miembros parecían arder en los confines del Averno. Qué relación tan extraña arrastraban desde hacía unos meses.
Cuando el aire se hizo irrespirable se vistieron sin mediar palabra y la llevó a su casa con el ánimo de un poeta. Frente al portal le dijo : "eres divina ¿sabes? Esta noche te has superado al traer los guantes verdes."
Ella le regaló la última caricia de terciopelo y salió del coche. En el ascensor sacó del bolso la sorpresa olvidada y suspiró; ya le daría otro día los papeles definitivos del divorcio para que los firmara.
http://celliterra.blogspot.com/2009_03_01_archive.html






No fue culpa mía
de l'Eva

No, hombre, no es eso. Claro que me gustó saber que ibas a venir, lo que ocurre es que, bueno, al principio me chocó un poco. No te esperaba, la verdad. La última vez que nos vimos fue en aquella fiesta, ¿recuerdas? Tú ibas con ella. Todas las novias que has tenido después de mí y que he conocido me han repasado de arriba abajo cuando me las has presentado y me han mirado con cara de asco y suficiencia. Pero aquella vez fue distinto, ella no era una cualquiera y lo sabes. No fue culpa mía que se enamorara de mí. Lo sé, fue un golpe bajo para ti, y para cualquier hombre. Si te tranquiliza, no duramos nada. Era demasiado pija para mí. Tenía muchas manías de niña mimada y consentida. Me pregunto qué viste en ella, aunque sí sé qué vio ella en ti. O mejor dicho, que es lo que no vio. No, no te lo voy a decir, no voy a patear más el culo de tu ego, tuviste suficiente. Y ahora te presentas como si nada y me pides que vuelva contigo. ¿Por qué? Ya no soy aquella adolescente veinteañera con el pelo lleno de plumas que caían de los pájaros de mi cabeza, que se enamoró de alguien que presumía de ser muy hombre y que no era más que un vendedor de colchones enfundado en un traje barato. ¿Aún sigues diciendo que eres director de banco? Eso ya no pone. Al menos a mí ya no. No me mires así, sabes que tengo razón. Y no, no estoy más delgada, ni más guapa, ni más alta. No he cambiado nada por mucho que insistas. A ti, en cambio, sí que te veo algo distinto, desmejorado. Las canas no te sientan bien. Debes ser al único hombre que no le sientan bien las canas. Y esas arrugas que te han salido debajo de los ojos, te hacen cara cartón. No te pongas así, es verdad. Sabes que yo siempre fui muy sincera. Inmadura pero sincera. Por eso me dejaste, ¿recuerdas? Decías que no soportabas que fuera tan clara. No era culpa mía que la tuvieras tan pequeña.
http://sonsolopalabrasdeeva.blogspot.com/2009/03/no-fue-culpa-mia.html

Collons amb els collons! o la riquesa del català

Un exemple de la riquesa del català, és el nombre d’accepcions d’una simple paraula, com por ésser la molt coneguda i freqüentment utilitzada que fa referència als atributs masculins: COLLONS.

Si va acompanyada d’un numeral, té significats molt diferents. Així, UN significa car (val un colló); DOS significa valentia (té dos collons); i TRES significa menyspreu (m’importa tres collons).

El verb canvia el significat: TENIR indica valentia (aquell té collons); però amb admiració pot significar sorpresa (té collons!); i amb afirmació significa enveja (quins collons que té!). El verb POSAR indica un repte, sobretot segons on es posen (va posar els collons damunt de la taula!).

El temps del verb utilitzat, canvia el significat de la frase: Així el PRESENT indica molèstia o fàstic (No em toquis els collons!), el REFLEXIU significa vagància (s’està tocant els collons!), i l’IMPERATIU significa sorpresa (toca’t els collons!).

Els prefixos i sufixos modulen el seu significat: A expressa por (acollonit), DES significa riure (descollonar-se), UT indica perfecció (collonut) i ASSOS o ADES indica indolència o abúlia (collonassos / collonades).

Les preposicions matisen l’expressió : DE significa quantitat (feia un fred de collons) o també èxit (va anar de collons), PER significa voluntarietat (ho faré per collons!); i SENSE indica covardia (és un home sense collons).

El color, la forma, la polidesa o la mesura, també tenen significat : el color VIOLETA significa fred (em van quedar els collons morats!); la FORMA significa cansament (tinc els collons quadrats); el DESGAST indica experiència (en tinc els collons pelats!); i la MESURA expressa rancúnia (en tinc els collons plens!).

La mida i la posició són importants: la MIDA (els té ben grossos), i la POSICIÓ (els té ben posats). Però hi ha una mida màxima que no es pot superar (té uns collons com un toro!). Si s’ultrapassa la mida màxima, aleshores indica vagància o feixuguesa (li pengen, se’ls trepitja!). I també existeix una MIDA mínima: (de colló de mico).

La INTERJECCIÓ significa sorpresa (collons!) o desengany (quan falles un … de 20 cm: collons!) i quan un t’atabala massa no hi ha frase tan afortunada com dir-li: ets un torracollons!.
Científicament són molt importants, ja que en aquest lloc hi resideix la VOLUNTAT (ho farem de collons!) i d’aquí en surten les ordres (em surt dels collons!).

L’estat anímic queda molt ben reflectit: Així, el DEPRESSIU diu: tinc els collons per terra, i l’EUFÒRIC diu: em va sortir de collons!.

Són molt importants en joieria: el Comandant d’Artilleria Antiaèria dels Castillejos, anomenat “el Perlas”, deia sempre: “si esto es una formación, mis cojones son perlas”.

Són signe de desaprovació, quan un diu una tonteria: Quina collonada! i per als amants de la gastronomia, no hi ha res millor que finalitzar un bon sopar, tot i dient: RECOLLONS, quin sopar!.

dilluns, 13 d’abril del 2009

Camins


Recuerda siempre el motivo de la marcha
lo harás a cada paso y con despierto entusiasmo
porque un camino consciente es libertad
en cambio un camino emotivo es esclavitud
y un camino mecánico es sólo estupidez.
Mario Corradini

dissabte, 11 d’abril del 2009

diumenge, 5 d’abril del 2009

The tango lesson

dijous, 2 d’abril del 2009

dimecres, 1 d’abril del 2009

Fragments




Susanna Tamaro
Donde el corazón te lleve
(fragmento)

" Cada vez que te sientas extraviada, confusa, piensa en los árboles, recuerda su manera de crecer. Recuerda que un árbol de gran copa y pocas raíces es derribado por la primera ráfaga de viento, en tanto que un árbol con muchas raíces y poca copa a duras penas deja circular la savia. Raíces y copa han de tener la misma medida, has de estar en las cosas y sobre ellas: sólo así podrás ofrecer sombra y reparo, sólo así al llegar la estación apropiada podrás cubrirte de flores y de frutos. Y luego, cuando ante ti se abran muchos caminos y no sepas cuál recorrer, no te metas en uno cualquiera al azar: siéntate y aguarda. Respira con la confiada profundidad que respiraste el día que viniste al mundo, sin permitir que nada te distraiga: aguarda y aguarda más aun. Quédate quieta, en silencio, y escucha a tu corazón. Y cuando te hable, levántate y ve donde él te lleve. "

Milan Kundera
El Libro de la risa y el olvido
(fragmento)

" La borró de la fotografía de su vida no porque no la hubiese amado, sino, precisamente, porque la quiso. La borró junto con el amor que sintió por ella. La gente grita que quiere crear un futuro mejor, pero eso no es verdad, el futuro es un vacío indiferente que no le interesa a nadie, mientras que el pasado está lleno de vida y su rostro nos excita, nos irrita, nos ofende y por eso queremos destruirlo o retocarlo. Los hombres quieren ser dueños del futuro sólo para poder cambiar el pasado. Luchan por entrar al laboratorio en el que se retocan las fotografías y se rescriben las biografías y la historia. "

Jeanette Winterson
Escrito en el cuerpo
(fragmento)

" Cómo deseé ser aquella inocente pieza de acero inoxidable cuando se llevó la cucharada de sopa a los labios. Habría cambiado toda la sangre de mi cuerpo por medio litro de caldo vegetal. Déjame ser un taco de zanahoria o un fideo para que me metas en tu boca. Tuve envidia del panecillo. La miré partir y untar cada trocito con mantequilla, empaparlo lentamente en el tazón, dejar que se volviera grueso y grávido, que se hundiese bajo el peso rojo oscuro y que resucitara al glorioso placer de sus dientes.
(...)
Las patatas, el apio, los tomates, todo había pasado por sus manos. Cuando me tomé la sopa la filtré para saborear su piel. Había estado allí, debía quedar algo de ella. La encontraría en el aceite y las cebollas, la detectaría a través del ajo. Sabía que había escupido en la sartén para ver si el aceite estaba a punto. Es un viejo truco, todos los chefs lo hacen, o lo hacían. Y supe, cuando le pregunté qué había en la sopa, que había suprimido el ingrediente fundamental. Te saborearé, aunque sea a través de tu cocina. "