divendres, 17 d’abril del 2009

Felicitats a la parrandera que ja en fa 90



Una vida de canciones y parranda
Chavela Vargas, la más grande en edad y talento de la canción mexicana, cumple este viernes 90 años. Sensual y desgarrada, su voz ha cantado al amor y a los celos, a la vida y a la muerte; exprimiendo su corazón, cautivando a un público incrédulo ante el sentimiento que arranca esta mujer sin dobleces

Trovadora desgarrada del amor y testigo de la vida, Chavela Vargas no derrama lágrimas nuevas sobre dolores viejos. Las penas antiguas son para ella pasto de nuevas y serenas sonrisas, incluso carcajadas. Ha llegado a domesticar el olvido y consigue recordar todo sin que nada le haga daño. Y vaya si recuerda. Recuerda tanto y con tanta lucidez que en sus memorias, recién redactadas con la periodista María Cortina, hace sonadas revelaciones, algunas tan comprometidas como sus amores lésbicos sublimes y borrascosos.


Al llegar a los 90 años, Chavela siente que ha cumplido con su destino: sacar de las cantinas la canción mexicana para llevarla a las universidades y a los más encopetados escenarios. Acudirá al homenaje con su poncho rojo y sus fieles pantalones –uno recuerda que fue la primera mujer que se atrevió a ponérselos en una tierra de machos como México-, con sus muchos años vividos rabiosamente, con su leyenda negra, con su historia, auténtica, canalla, sublime, fieramente humana.

En estas mismas páginas de 'La Vanguardia' nos contó hace un tiempo que su personalidad le exigía probarse en la adversidad, en el sufrimiento, en la ruina, en el olvido –casi buscado– de 15 años en los que anduvo rebotada, cogida en la tela de araña del alcohol.

Salió de los infiernos y lo hizo cantado. Hay que ser muy fuerte para escapar del arroyo y echar a andar de nuevo sin arrepentimientos, sin rencores, sin dolor por las viejas heridas. La leyenda de la música popular mexicana dice que en el fondo es una yegua sin potrero. La intérprete de "Macorina", la que resistió 40 años de parranda continua, la que vivió un retiro que creía definitivo y que en los noventa renació de las cenizas, aún atesora esperanzas: "Si volviera a nacer, volvería a ser: ¡la borracha más grande de México! Y no me apena, así fue, así tenía que ser. "La Llorona" la he cantado mil veces, mil veces diferente. Es glorioso

OJALA QUE TE VAYA BONITO


AMANECI EN TUS BRAZOS amb l'Ana Belen

1 comentari:

Mery ha dit...

Esta mujer, como se dice vulgarmente, los tiene bien puestos.

Un abrazo